martes, 27 de diciembre de 2011

Reloj de arena emocional

De regreso a casa me he permitido un lujo: un pastel de pasas y manzana con un cortado en Itziar (Guipúzcoa), para lo que he tenido que salir de la autopista, subir la empinada cuesta que lleva hasta la iglesia, aparcar, alzar el cuello de mi parka hasta las orejas y correr hasta la cafetería del pelotari vasco empujada por el frío. Un lujo porque ese desvío ha retrasado una hora mi llegada a San Sebastián: media hora para el deleite del cortado, y otra media para recorrer el Cantábrico por Zumaia, Guetaria, Zarautz y Orio en compañía de un cielo raso lleno de gordas estrellas y famélica luna.

Feliz como una lombriz, he viajado disfrutando del recuerdo de algunas ocurrencias traviesas de los participantes en un taller de comunicación que imparto en Bilbao a una docena de directivos; disfrutando también de la consciencia de que el reloj de arena pierde granos hacia las vacaciones que disfrutaré unos días en Rotterdam. La ciudad es lo de menos, pero la sirena importa: hace dos meses que no le estrujo y todavía no conozco su casa nueva. 

Aunque aún no he subido las maletas del garaje, ni siquiera he preparado el neceser, ya siento el vértigo del check in en el aeropuerto de Loiu (Sondica, Vizcaya) y ya puedo ilusionarme con los paseos en bicicleta entre tranvías rápidos como ardillas, incluso con las ardillas que aparecen en los bosques holandeses. Por favor, escuchen la caída de los granos de arena: 312...311...310... Cuenta atrás como la nave Soyuz minutos antes de la propulsión al infinito de las emociones compartidas: todos tenemos a alguien en algún lugar de nuestro corazón. Y si no está, podemos recordarlo. Y si no hay, podemos imaginarlo. Acaso ese latido rítmico emocional sea parte de lo que merece la pena cuidar y proteger... para disfrutar. Seguiré escribiendo, será desde la zona centro de Rotterdam, con temperatura media cero grados,  nieve en los tejados, y un gran re-encuentro.  ;-D


Dedico este post a los fieles y cada vez más numerosos lectores de Groningen (Países Bajos).  

2 comentarios:

H dijo...

Buen viaje. Disfruta de los "cantos" de tu sirena. Bicos,

H

inma-giraffe dijo...

Estimada Azucena,
Te deseo un Entrañable 2012 con mucho Amor.
También sería bonito que te acordaras de todos aquellos fieles lectores Nómadas algún día en el Blog.
Abrazos hoy desde Murcia.
Giraffe-Global Coaching