Hay otros mundos... pero están en este, jugando en paralelo como bolas sobre un tapete verde de billar. La física cuántica denomina "trama" a una especie de telaraña infinita que explica la causalidad (la ley de causa-efecto) cuya comprensión no siempre tenemos al alcance de nuestro raciocinio y por eso despista y -acaso- asusta.
Puesto que todo es energía -explican los científicos- en verdad se trata de niveles vibratorios, de frecuencias (como las de a radio) y dependiendo de con cuál estemos sintonizados atraeremos o repeleremos la correspondiente "onda". Hay otros mundos... pero están en este, jugando en paralelo como bolas de colores sobre un tapete verde de billar.
Hay quien prefiere la blanca, hay quien elije la negra. Ambas opciones están a nuestro alcance y de la elección se deriva el resto de la partida. En cada pensamiento, palabra o acción estamos poniendo energía de un lado de la balanza. El poder, como siempre, nos pertenece. Agarremos la varita mágica con la que todos nacemos: la fuerza de la intención, la capacidad de focalizarnos en lo que deseamos, en lo positivo, junto a la esperanza y la felicidad posible.
Se celebra estos días en San Sebastián el XVI Salón del Esoterismo -evento que viene siendo una tradición veraniega en el entorno del Palacio de Miramar- donde se reunen medio centenar de advinadores, tarotistas, médiums, conferenciantes, sanadores, chamanes...
Hay muchos mundos... pero están en este jugando en paralelo como bolas de colores sobre el tapete verde de la existencia. Y si fuera cierto que existen las energías negras -como teme mi querida amiga Izaskun- no lo sería menos que existen las energías blancas. Si hay monstruos, también duendes, trasgos, hadas y gnomos. Yo me quedo con esta pandilla, y me dispongo esta tarde (al final de la jornada) a jugar una partida de billar emparejada con Héctor (Sócrates), campeonísimo de este apasionanate deporte. Necesitamos otra pareja ¿se animan?
1 comentario:
Vaya, el mundo / la vida, el billar...
Te contaré que, después de unos años practicando este deporte, uno es capaz de, viendo a una persona competir, "intuir" con un alto grado de acierto, cómo es su carácter y forma de ser.
Así que, cuando uno mismo se observa compitiendo, te sientes como si estuvieras en un laboratorio de la vida.
Tú escoges, lisas o rayadas ;)
El gran poder de la elección.
Y en cada bola escogida, un pedacito de tu futuro en juego.
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